Cuando leí Los detectives Salvajes de Roberto Bolaño, estuve investigando algunos de los poetas que ahí aparecen y noté con gusto que Mario Santiago Papasquiaro - cuyo verdadero nombre era José Alfredo Zendejas Pineda- está retrado al calca en Ulises Lima. Esta novela me ha mantendo seducida desde aquel lejano 2001, en que lo adquirí leído, sudado y manoseado, por toda la bola de compinches que asistíamos a clases en la UNAM.
Retomo para ustedes algunos datos de wikipedia que me parecieron bien interesantes. Encontre que
Roberto Bolaño lo convirtió en un poeta que como el hombre que lo inspiró se presenta como un aventurero excéntrico y opositor de las formas tradicionales del literato vendido a las becas estatales y con una actitud snob -cuestión que le granjeó enemigos por doquier por su sinceridad y crítica abierta ante formas inferiores u oficiales de poesía y poetas, y que le ha segregado de cualquier tipo de reconocimiento hasta el día de hoy y a llevar un veto permanente aún después de la muerte-; pero dicha representación parece no estar alejada de la realidad por los testimonios escritos y orales que sus compañeros de armas han dado.
Aquí vemos a Mario Santiago al fondo en la cabecera del grupo infrarrealista y a un jovensísimo Bolaño -con sus característicos lentes y su delgadez extrema- serio y soñador. México, 1976.
Se carece de una biografía homogénea de Mario; lo que es innegable es la influencia decisiva en la obra de creadores posteriores. Los testimonios que recientemente ha recogido la audiorevista
Nomedites Nº8, dedicada al
infarrealismo. coinciden en la entrega absoluta a la escritura, su talento pleno que "sacudió la pazgüatería de la poesía mexicana" y en la originalidad, pureza y creatividad de su estilo y, a la vez, la carencia de una edición de su obra completa y la dificultad de trato en ciertas ocasiones por su carácter rebelde y retador. "
Bolaño escribió acerca de su primer encuentro Mario Santiago:
“Lo vi por primera vez en la calle de Bucareli, en México, es decir en la adolescencia, en la zona borrosa y vacilante que pertenecía a los poetas de hierro, una noche cargada de niebla que obligaba a los coches a circular con lentitud y que disponía a los andantes a comentar, con regocijada extrañeza, el fenómeno brumoso, tan inusual en aquellas noches mexicanas, al menos hasta donde recuerdo. Antes de que me lo presentaran, en las puertas del Café La Habana, oí su voz, profunda, como de terciopelo, lo único que no ha cambiado con el paso de los años. Dijo: es una noche a la medida de Jack. Se refería a Jack el Destripador, pero su voz sonó evocadora de tierras sin ley, donde cualquier cosa era posible. Todos éramos adolescentes, adolescentes bragados, eso sí, y poetas y nos reímos”.
En adelante, Mario Santiago se entregó de forma total a la creación poética y en la década de los setenta a viajar. En una carta a Mario, Bolaño le escribió desde Barcelona: "Estoy con las ventanas abiertas, afuera llueve, una tormenta de verano, rayos, truenos, esas cosas que excitan o que impelen a la melancolía. ¿Cómo está México? ¿Cómo están las calles de México, mi fantasma, los amigos invisibles? ¿Sigue en pie Al este del paraíso o ya entró en el sueño de los justos?. Cuando mejore mi economía apareceré por tu casa una noche cualquiera. Y si no, es igual. El trecho que recorrimos juntos de alguna manera es historia y permanece. Quiero decir: sospecho, intuyo que aún está vivo, en medio de la oscuridad, pero vivo y todavía, quién lo iba a decir, desafiante. Bueno, no nos pongamos estupendos. Estoy escribiendo una novela donde tú te llamas Ulises Lima. La novela se llama LOS DETECTIVES SALVAJES. / Un fuerte abrazo. R.”
Roberto Bolaño en Barcelona, 2002
Ahora en pleno 2009, me encuentro con otro poeta español que ha sido seducido al igual que yo por Bolaño y desde luego por su amigo de la adolescencia: Mario Santiago.
DEVOCIÓN CHEROKEE
Poesía atroz / te amo de siempre
Gatees silbes muerdas o vueles
Hembrita mía coño encharcado pétalo santo
Sin otra opción hurgo en tus astros
Mi yo eres tú / vamos al rastro : sangre de pálpitos
Belleza alada rompes mis ancas
Me traes de 1 alba
De 1 sol obtuso / vidrio de barda
No me regreses / plasma gandalla /
En ti soy otro / pulso mis ganas
Escribo : meo : cojo : rezumo : bailo con ratas
No hay muerte
No hay calma
Contigo oleajes
lunas / Saharas
El riel de 1 hueco
¿Qué hay increado?
No muevo el rostro
No escupo nada
Nomás te miro
Soy tu destello
Eres mi hacha.
Muchas gracias por el mail Roberto, me hiciste rememorar tiempos de irreverente adolescencia. Un beso para tí desde este "infrarrealista" México.