domingo, 22 de marzo de 2009

El primer amor






Esta entrada de primavera 2009 trajo para mí uno de los regalos más hermosos. El recuerdo de ese primer amor y saber que todo ahora puede cambiar que puedo verlo sin sentir nostalgia y me sentí llena, plena y en PAZ. No pude evitar escuchar esta canción de Pablo Milanés y la repetí como cinco veces. Que la disfruten y sirva esto como una ofrenda a esta verde y hermosa estación.


"Lo que sentí fue como un rayo en mi interior
que me sorprende el corazón,
todo se rompe, todo estalla,
y algo acaba de morir.

Para sentir otra manera de ser feliz,
otra de manera de sufrir,
otra manera de vivir
lo que hasta ayer era reír.

Qué pasará, adónde irán mis juegos a parar
y mi inocencia a terminar, qué nuevo amor será,
qué tal si me querrá,
qué voy a hacer si dice no,
ya yo no mando al corazón,
qué confusión, qué dicha, qué dolor.

Siento al mirar que todo acaba de cambiar,
veo las cosas para amar,
adiós infancia,
ojalá que te recuerde en mi vejez, con amor".



Les agrego una interpretación muy bella.

martes, 17 de marzo de 2009

Entre el sueño y el olvido



Por las largas despedidas que nunca terminan por ser definitivas,

por esos besos que se mezclan entre lágrimas y saliva.


Por tus manos, a veces mustias o violentas,

por las risas y los ácidos cumplidos.


Por el "a veces quiero destrozarte",

por que otras miles, quiero poseerte.


Por si acaso no vuelves a mi cama,

por que tal vez tropiezas conmigo una tarde,

por que puede ser que atiendas de nuevo esa llamada,

por si quiero encontrarte y abrazarte...


Trata de quedarte en nuestra calle.



lunes, 9 de marzo de 2009

Paul Auster: El país de las últimas cosas




La semana pasada estuve leyendo un post sumamente interesante de Enrique en el blog colectivo de ¿Hedonista yo? en donde reflejaba cómo en las cárceles, se da muchísimo el homosexualismo. En el acto le respondí que creía que cada día conceptualizabamos a nuestra propia ciudad y el espacio en sí, como una gran jaula.

Desde mi muy particular punto de vista, no somos más que animales amaestrados y nuestras tendencias a ser "normales" dejan un cerco en nuestro inconsciente que muy probablemente nos hace actuar como "bisexuales"en situaciones de tremendo estrés. Lo que me recordó al entrañable personaje de Anna Blume en "El país de las últimas cosas", en donde la sexualidad en sí se vuelve una manera de mantenerte alerta y sentirte vivo.

Las cárceles, hospitales psiquiátricos, zoológicos, campos de concentración, ciudades en guerra, no son los únicos sitios donde se vive la homosexualidad, ya sea de forma oculta o a la vista de todos. En los Conventos de Monjas se dice -no me consta- que muchas madres superioras tienen intercambios sexuales con las internas o las internas entre sí.

En el país de las últimas cosas, Anna Blume ejerce su sexualidad como proceso transgresor de la limitación de su libertad física, espiritual e intelectual, pues en un momento de la novela recurre a la masturbación; en otro pudo haber sido víctima de violación; en otro, se entrega con el mayor desenfado a un antiguo compañero de trabajo de su hermano; y por último, tiene una relación lésbica con su protectora: Victoria.

Un texto interesante para hablar de la sexualidad y fantástico para la reflexión más íntima. Profundamente filosófico y nos brinda la oportunidad de ver la resistencia del espíritu humano. Hubo un momento en donde recordé el hermoso libro de "1984", uno de mis favoritos. Recomendabilísima su lectura. Que lo disfruten.