miércoles, 30 de julio de 2008

La pedofilia siempre ha existido...

¿De que manera se puede castigar a un pedófilo?
¿Tienes hijos, sobrinas, vecinitos que corren en las privadas o en el edificio?
Ojala pudiéramos gritar: NUNCA MÁS. El texto que a continuación les presento es de una de mis alumnas y ella autorizó reproducirlo.


Rostros ocultos entre navidades perdidas
La inocencia también
Aun recuerdo aquel cuarto
Las paredes pintadas de un naranja brilloso
La cama alta y tan confortable para cualquier soñador
Pero no para mí
Es mi peor recuerdo,
Aún siento la textura de la cobija que la cubría
También servía para esconder el acto
que me llevó al borde de esta rigidez mental,
Cuánta culpa tuve realmente
Y cuántos años han pasado
No se ha podido borrar ese día
Si es que fue el único
Supongo que sí
Era demasiado pequeña.
Ya no quiero escarbar más
Pues sólo odio nace entre mis pensamientos
¿Cómo puede aún verme a los ojos y sonreír como si nada hubiese pasado?
Y cómo puedo callar ante su saludo
Cada vez que se acerca, algo en mi interior grita y se revuelca;
la otra parte quiere aventársele encima y matarlo.
No entiendo qué me detiene.
Miserable ha sido su vida pero no es suficiente
Miserable hizo la mía
Maldito recuerdo que no deja de seguirme
¿Por qué no se olvida de mí para poder olvidarme de él?
Aún no sé cómo decirlo
Para sacarlo por fin de mi escondite
Todavía no entiendo cómo alguien es capaz de hacerlo
¡Era una niña!
No estaba sola
¿Por qué tuve que entrar?
¿Quién me puso en ese lugar que no escogí?
Y que jamás imaginé existiera
11 años nos separan
Pudo haber salido a buscar a cualquier lugar lo que hizo en ese cuarto
¿Por qué me sentí culpable en el momento?
Aún no lo sé
Sólo recuerdo las llamadas de mi abuela gritando por toda la casa mí nombre
Y mi boca tapada con sus sucias manos
Yo sin saber qué pasaba, sólo obedeciendo sus órdenes y limpiando mis manos del semen que derramó
Mis pantalones bajo mis rodillas y yo entre sus piernas
Sólo mirando el espejo que no reflejaba su rostro
aún hoy lo agradezco, pues su semblante jamás lo hubiese enterrado
Algo que quiero hacer con él ahora
Mi espalda desnuda sólo sintió la calidez de sus fluidos
Calidez que enfrió mis sentidos para siempre
Mi abuela seguía gritando
Aunque en primer plano escuchaba sus susurros en mi oído derecho
Extasiado por tocar a una niña ¿cómo?
No logro entenderlo
Su respiración transformó mi percepción para toda la vida
Aún me cuesta trabajo escribir estas líneas
Aunque no se qué sentiré cuando sean leídas
El papel limpiando mi espalda ha sido la sensación más asquerosa que jamás sentí, y sus gritos silenciosos diciendo que me apurara a vestirme por que mi abuela me regañaría por lo que había hecho.
Eso me sumergió en la más honda oscuridad de la cual aún no salgo.
_______________________________________________________________


CARAJO Y MIL VECES CARAJO. Yo aún no puedo entender -o no quiero entender- que hay gente que abusa de un niño...Mierda.

domingo, 27 de julio de 2008

Mi regalote por ser linda nena



Desde que inauguré este humildísimo blog hace algunos mesesitos, me di a la tarea de aprender todo lo que estuviera a mi alcance para lograr que en la blogósfera -aún no sé muy bien que chingaos es eso- pudiera encontrar entrañables amigos, pues de por sí mi cara es como de "asesina", y luego grandota pues como que más que otra cosa creo que siempre inspiro cierto miedo o rechazo.
La mayoría de mis amigos de carne y hueso me han dicho "ayyy pues mira la neta de entrada pareces bien mamona o bien cabrona". Así que desde acá nadie se siente amenazado y yo tampoco me siento intimidada, por eso mi blogroll esta lleno de gente valiosa, con la cual me identifico y admiro muchísimo. La verdad es que más que otra cosa soy bastante tímida, y me cuesta trabajo interactuar con otras personas, pero aquí ocurre una magia: quien me lee, lee a la verdadera, a la íntima, a la cálida, a la ingenua; y en lavida real sólo uso mi cuerpo y mis miradas "asesinas" como coraza, pa que no me lastimen de nuevo digo yo, pues de que me han puesto alguna que otra putiza emocional, psicológica y física me las han puesto.
Lo que aún me intriga de esta comunidad blogueril es como aún pueden existir tipejos(as) que usurpen tu identidad o la de otro bloggie para comenzar a platicar contigo u obtener informacion más personal o como en este caso un dibujo de Betty Boop de mi querido Patito. Eso se me hace de lo más bajo de lo bajo. No lo tolero, debería haber una forma de vetar a gentuza de tan mala ralea como esa. Pero en fin, gente así ni vale la pena ser mencionada; ora que si se quieren enterar del chisme completitito, píquenle aquí.
Gracias a Patricio Betteo he logrado abrir mi coraza y decir que HOY he vuelto a confiar en el ser humano, en que aún existe gente grandiosa y buena, esa que se identifica contigo, que crea lazos sin saber bien a bien quien eres, y no le importa si eres gorda, flaca, chica, grande, vieja, joven, fea o hermosa; aqui importa lo que tienes para dar desde adentro al mundo entero.
All we need is love Patito, all we need is love.
P.D. Pato, hoy te admiré más que nunca, no sólo por ser un gran artista, sino por el maravilloso ser humano que eres. Con cariño sincero y mis respetos: Vidita.

viernes, 25 de julio de 2008

Ahora entiendo: ¡Me han domesticado!

Hay en mi pequeña biblioteca ciertos libros que cada vez que los leo encuentro nuevos mensajes ocultos. La Biblia es uno de ellos, pero en esta ocasiòn no me voy a poner a reflexionar sobre los evangelios sinosobre un libro infinitamente más pequeño y no por ello menos profundo y hermoso: El principito. De este libro me encanta el capítulo sobre la domesticación. Asi que sin más preámbulo los dejo con el Principito y el zorro:


—¡Buenos días! —dijo el zorro.

—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito, que se volvió pero no vio nada.

—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.

—¿Quién eres tú? —preguntó el principito— ¡Qué bonito eres!

—Soy un zorro —dijo el zorro.

—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!

—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.

—¡Ah, perdón! —dijo el principito...
Pero después de una breve reflexión, añadió:

—¿Qué significa "domesticar"?

—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?

—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?

—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?

—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el principito.

—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear lazos... "

—¿Crear lazos?—


Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...


—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...

—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.

—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.

El zorro pareció intrigado:

—¿En otro planeta?

—Sí.

—¿Hay cazadores en ese planeta?

—No.

—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?

—No.

—Nada es perfecto -suspiró el zorro.

Y después volviendo a su idea:

—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.


El zorro se calló y miró un buen rato al principito:

—Por favor... domestícame -le dijo.

—Bien quisiera -le respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.

—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, Ios hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!

—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.

—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...


El principito volvió al día siguiente.

—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.

—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves, entonces, son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones. De esta manera el principito domesticó al zorro.


Y cuando se fue acercando el día de la partida:

—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.

—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...

—Ciertamente —dijo el zorro.

—Y vas a llorar!, —dijo el principito.

—¡Seguro!—No ganas nada.

—Gano —dijo el zorro—, he ganado la causa del color del trigo.Y luego añadió:

—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.


El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:

—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo. Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:


—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin. Y volvió con el zorro.


—Adiós —le dijo.

—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.


—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.

—Lo que hace más importante a tu rosa es el tiempo que tú has perdido con ella.

—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.

—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...

—Yo soy responsable de mi rosa... —repitió el principito a fin de recordarlo.

lunes, 14 de julio de 2008

¿Será posible?


En esta escena, vemos a los pequeño burgueses durmiendo mientras que los alimentos y el agua cada vez son menos, trayendo trágicas consecuencias para una linda chica como lo era en aquel entonces, Silvia Pinal.



Hace unos minutos estaba leyendo en una pequeña publicación semanal de la parroquia de mi ciudad, esta frase:


"Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo..."


Me pregunté de inmediato si es posible llevar a la práctica, estos hermosos actos "cristianos". Aún tengo fe en la humanidad y pienso que por ahí deben de andar muchas personas buenas, pareciera que se esconden de nuestros ojos, pero podemos hallarlas si nos lo permitimos.


Siempre he sido un poco desconfiada, pero cuando leía esto, algo en mi perspectiva de la vida cambió. Ya no me importa que me vean la cara de ingenua o taruga...si otorgo algo de mí a un desconocido(a) plenamente conciente de que hay una gran probabilidad de que sea tal vez un ladrón, un drogadicto, una prostituta o un vago a ese(a) a quien auxilio, puede que mi corazón crezca aunque sea un poquito y mi riqueza emocional se amplíe profundamente.


No importa que haya muchas decepciones, por uno sólo siempre valdrá la pena. Aunque no pude dejar de pensar en la pelìcula de "El ángel exterminador" aún pienso que vale la pena correr el riesgo. ¿Ustedes aún creen en el animal humano?